¿Quieres montar un negocio? En este artículo hablaremos de las 10 claves más importantes para conseguir el éxito.
1- Antes de emprender un negocio hay que hacerse dos preguntas, ¿Es un trabajo que me gusta, me apasiona, el cual haría sin remuneración alguna si no existieran esos papeles impresos con valor pecuniario? ¿Me veo trabajando muchos años de lo mismo y estoy dispuesto a dedicarle las horas que hagan falta sin que me pese?
2- Paciencia. Un error muy común cuando es un negocio de nueva apertura es ver que pasan dos meses, tres… Ver que no consigues un sueldo suficiente y comenzar los agobios y las lamentaciones: Me he equivocado, no tenía que haberme arriesgado, la culpa es de la “crisis”, voy a ver si lo traspaso alegando que no lo puedo atender por incapacidad o porque me voy de viaje y así recupero algo…
Cuando te pase esto, para, STOP, respira, vuelve al punto uno, recapacita y ten en cuenta que ningún negocio da beneficios o no muy grandes a corto plazo y que los primeros meses será un periodo de inversiones, fidelización y mejora.
3- Ver, oir y callar. Si hay algo inevitable en esta vida es “caer” bien a todo el mundo, escucharás críticas destructivas o malos comentarios de gente que apenas te conoce, gente que no tiene otra cosa que hacer que hablar de los demás y que parecen desear el mal ajeno. Vamos gente tóxica. No pierdas el tiempo en escucharlas ni en hablar con esas personas, tú ve con más fuerza a por tu objetivo y céntrate en seguir luchando por lo que crees.
4- Redes sociales. Éstas son un arma de doble filo, ten cuidado con lo que publicas, haces y dices en ellas. Yo soy el primero que ve las injusticias que existen, desde todos los ámbitos, en nuestra ciudad, en el país, en el mundo… Pero siempre me mantengo al margen por mucho que me apetezca comentar más de una y más de dos. No todo el mundo tiene la misma forma de pensar y esto te podría hacer perder clientes o no tenerlos. Aprovecha el tirón de las redes sociales para dar publicidad a tu negocio o todo lo relacionado con él.
Y ahora me permito una pequeña contradicción en este punto y opino sobre éstas, repito es mi opinión: las redes sociales no están para presumir de que estoy en la playa, haciendo puenting desde la torre Eiffel, de lo que estoy comiendo, de la ropa que me he comprado, la moto, el jet privado… Ni tan siquiera para mostrar a la gente lo mucho que quiero a mi pareja cuando por detrás nos estamos tirando los “trastos” o se la estoy pegando con otra… Al final nos hacemos esclavos de ellas sin disfrutar lo que estamos haciendo o viendo e intentando mostrar lo que no somos.
5- ¿Tus mejores clientes? Los que ya tienes. Es importante la publicidad que se hace para darse a conocer al principio: flayers, radio, redes sociales… Pero una vez empieces a tener clientes gasta tu energía en pensar que hacer para mantenerlos. La fidelización de éstos serán tu motor de funcionamiento y no existe mejor publicidad que el “boca-oreja”.
6- Mejora continua. Va pasando el tiempo y empiezas a ver “color” al negocio ¿Crees que ya lo tienes todo hecho? ¡No! Sólo es el principio, en verdad siempre será el principio porque siempre, pase un año, dos, diez, siempre habrá cosas que mejorar y que perfeccionar. Tú debes de ser tu mayor crítico y saber potenciar los puntos fuertes y mejorar los débiles ¡y si no existen los buscas! No dejes de realizar mejoras e inversiones en tú negocio, esto es muy importante para seguir fidelizando al cliente. Ante la duda de me compro un coche “descapotao” que van yendo las cosas bien o sigo invirtiendo en lo que me da de comer, creo que la respuesta es obvia.
7- Aprendizaje continuo. Sea cual sea el negocio escogido, ante todo sé humilde. El día que te creas mejor que alguien, sea o no de la competencia, o te creas que lo sabes todo, ese día cierra la persiana y cambia de profesión. Todos los días se aprende algo nuevo, preocúpate por actualizarte, por investigar, hacer formaciones, reciclarte…
- EMPRESARIO CONFORMISTA: Es que las formaciones valen mucho dinero y prefiero gastarlo en un viaje.
- YO: ¿En serio?
8- Empleados. Sigue pasando el tiempo (pasa muy rápido cuando eres empresario), voy cumpliendo los puntos anteriores y me veo saturado de trabajo, llega el momento de contratar a gente. Antes de nada, piensa que tipo de jefe quieres ser: un explotador sin remordimientos o uno permisivo que empezó desde abajo y va a saber ver, reconocer y premiar el buen trabajo.
Un error muy común en las empresas es ver los trabajadores como números y si te parece bien lo que hay bien y sino otro entrará en tu lugar. Un trabajador necesita tener aspiraciones, que le reconozcan el trabajo y sentirse valorado. Y si la gente está contenta con ese trabajador, haz lo que esté en tu mano para que no se vaya, aunque te cueste más dinero que cualquier otro, un trabajador motivado vale por dos.
9- Aspiraciones. Nunca dejes de pensar que puedes hacer para mejorar lo que tienes, que más servicios puedes ofrecer para sacar más rendimiento, de que mejoras puedes hacer al local o a cual te gustaría irte, de llegar a formar una franquicia… ¡Sueña que es gratis! Sólo soñando alto llegarás lejos.
10- Empatía. Nuestros clientes son lo más importante, sin excepción alguna. Y habrá alguno que te diga si algo no le parece bien, incumpla una norma de la empresa o simplemente no tenga un buen día y te hable de forma más alterada. Nunca pierdas la educación y el “saber estar”, habla de forma pausada, tranquila y preocúpate por aquello que les pueda pasar. Hay que estar siempre agradecidos a ellos y tratar de que estén lo más contentos y satisfechos posible con nuestro servicio y nuestra persona.
Por Daniel Muñoz Ferrán.
2 Comments